Implantes

Los implantes son estructuras de titanio que se colocan en los maxilares para sustituir las piezas dentales ausentes, y que imitan la función de la raíz de los dientes para servir como anclaje para la corona.

Actualmente, ante la pérdida de uno o varios dientes, la colocación de implantes para reemplazarlos es la primera alternativa, por las múltiples ventajas que presentan:

La pérdida de un diente no sólo va a suponer la pérdida del mismo, sino que va a tener otras consecuencias negativas:

Cuanto más tiempo pase desde la extracción hasta la colocación del implante, mayores serán las secuelas y más complicado el tratamiento para solucionarlas.

Lo primero que hay que hacer es una valoración de cada caso en particular. En base al número de piezas que es necesario reemplazar, y tras un estudio radiográfico en 3D, se decide el número de implantes que es preciso colocar, y la ubicación más idónea de los mismos.

Antes de la colocación de un implante es fundamental que la boca esté en óptimas condiciones. Si hay infecciones, éstas deben haber sido previamente tratadas, y si el paciente tiene enfermedad periodontal, ésta debe estar controlada y mantenida.
La salud general también es evaluada ya que hay enfermedades sistémicas y medicaciones que pueden impedir o condicionar la colocación de los implantes.

La intervención se lleva a cabo mediante anestesia local. Tras la colocación del implante, es necesario esperar un tiempo mínimo de entre 8 y 12 semanas para que quede estabilizado y suelde en el hueso. Este proceso se denomina osteointegración.

Una vez el implante está osteointegrado, comienza la 2ª fase o fase protésica, en la que se lleva a cabo la confección de las prótesis. Esta fase requiere de un mínimo de 3 ó 4 citas entre la toma de los registros y diversas pruebas.

Un implante inmediato consiste en la colocación del mismo inmediatamente después de la extracción del diente.

Tienen una serie de ventajas:

Pero para poder colocar un implante inmediato es necesario que se den una serie de condiciones:

Hay casos en los que es posible la colocación de dientes fijos provisionales sobre los implantes en el mismo día de la intervención. Esta técnica se conoce como carga inmediata.
Esos dientes provisionales se llevan durante el tiempo de osteointegración de los implantes, tras el cual se sustituyen por los dientes fijos definitivos.

Generalmente se lleva a cabo en casos en los que se reponen dientes anteriores y hay una mayor repercusión estética. Pero siempre es necesario haber realizado una evaluación previa del caso para determinar si esta técnica es viable, ya que el hecho de que el implante reciba cargas y fuerzas masticatorias durante el periodo de osteointegración puede hacer que éste fracase.

En cualquier caso, siempre que haya una alteración estética, o el paciente lo requiera, se confecciona una prótesis provisional estética y removible que permite hacer una vida totalmente normal durante los periodos de espera que conlleva el tratamiento con implantes.

La pérdida de un diente siempre implica la reabsorción del hueso y los demás tejidos de soporte. Está pérdida de hueso compromete la colocación posterior de un implante, y será mayor cuanto más tiempo pase desde que se perdió el diente.
Hoy en día, estas situaciones pueden solventarse en la mayoría de los casos gracias a las técnicas de regeneración ósea guiada, que nos permiten aumentar la cantidad de hueso tanto en anchura como en altura.

Estas técnicas requieren de una intervención quirúrgica previa a la colocación de los implantes, en algunos casos, y un período posterior de espera que varía en función de la situación inicial y de la cantidad de regeneración que necesitemos conseguir. Generalmente deberemos esperar entre 3 y 6 meses.
En otros casos, pueden realizarse en la misma intervención que la colocación de los implantes, ahorrando tiempos de espera y un acto quirúrgico.

Consisten en la utilización de biomateriales de relleno y membranas reabsorbibles y no reabsorbibles que favorecen la formación de hueso natural.